miércoles, 20 de marzo de 2019

SOS UNA MARAVILLOSA MAMÁ:

La llegada de un hijo a una familia es todo un cambio, es un momento único y maravilloso. Hay encuentro de emociones, por un lado la Felicidad plena porque tenes en tus manos a tu hijo, tan esperado, tan amado, tan ansiado por todos; o talves llego de "rebote"pero cuando lo ves por primera vez sentís que tu corazón se te sale del pecho del amor que brota y te sale del vientre una fortaleza incomparable porque sabes que de vos depende esa vida. También llegan los miedos, las preocupaciones; y el deseo y ruego a Dios que lo libre de todo mal.
Comenzamos entonces a exigirnos más, nos perfeccionamos en todo, tratamos de ser la mejor mamá del mundo, y hacemos hasta lo imposible por ser una mamá super poderosa. Nos gana la ansiedad de querer controlar todo, hasta el último detalle de la vida de nuestros hijos, horarios, salidas, amigos, colegio, familia. En cierto punto no esta mal, pero cuando esas conductas pasan a dominarnos y a transformar nuestro contexto para mal, empezamos a perder el centro de nuestra vida, cambiamos la mirada;  pretendemos ser como la mamá de los discípulos de Jesús, que le pedía los mejores puestos para sus hijos, pretendiendo controlar la voluntad de Dios, y si no es así nos frustramos y enojamos, con todos, en especial con nosotros mismos, nos damos cuenta de que estamos atando a nuestros hijos, en lugar de brindarles un amor real y libre.
 ¿Qué nos paso?¿Cuando perdimos la mirada de lo que es realmente importante y verdadero? ¿Porque pretendemos manejar y controlar la vida de nuestros hijos
Muchas veces esto tiene que ver con nuestra inseguridad interior, porque nuestra fe esta cimentada en arena, y es tan frágil que cualquier viento la tumba.
En este tiempo de cuaresma encomendemos nuestra maternidad a la mejor Madre de todas, ejemplo a seguir, admirable mujer, nuestra hermosa y buena Mamá María. Siempre fiel a su hijo, a su lado, acompañando, guiando, contemplando la obra de Dios en su vida, confiando en que Dios todo lo hace para su bien.
¡Cuanto debemos aprender de María! Ella es sin duda nuestro mejor modelo.

Te invito a poner en las manos de ella a tus hijos, nietos, sobrinos, niños por nacer, que sea ella la que guie y cuide a tus niños en todo momento, especialmente cuando vos no estas ahi; sabiendo que la oración es la mejor herramienta que toda mamá tiene para proteger a sus pequeños.

También que este tiempo, puedas perdonarte a vos misma, y aceptes que no sos perfecta sino que sos humana, con virtudes y errores, como todas las mujeres reales. El perdón libera, sana y restaura.

¡Ánimo Mamá que ya sos una Gran Mamá! 
¡Disfrutemos más y cuestionemos menos!¡Amemos más con el Amor que nos hace libre, el Amor de Dios!

¡Que Dios te bendiga y María Santísima te proteja siempre!

Oración de los padres por los hijos:
Señor, Padre todopoderoso, 
te damos gracias por habernos dado estos hijos.
Es una alegría para nosotros,
y las preocupaciones,
temores y fatigas
que nos cuestan,
las aceptamos con serenidad.
Ayúdanos a amarlos sinceramente.
A través nuestro has hecho surgir vida;
desde toda la eternidad 
tú los conocías y amabas.
Danos sabiduría para guiarlos
paciencia para instruirlos
vigilancia para 
acostumbrarlos al bien
mediante nuestro ejemplo.
Fortaleces nuestro amor
para corregirlos 
y hacerlos más buenos.
Es tan difícil a veces comprenderlos
ser como ellos nos desean, ayudarlos a hacer su camino.
Enséñanos tú Padre

bueno por los méritos de Jesús
tu Hijo y Señor nuestro. Amén





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